En el departamento de Vaucluse, a tiro de piedra de la Costa Azul francesa, se encuentra esta casa de huéspedes que había sido una antigua granja. El trabajo de Timothee Mercier ha consistido en una profunda remodelación del edificio original -gran parte de los muros fueron demolidos- pero respetando su personalidad a través del uso de mampostería de piedra, revocos de "chaux" -una técnica local que deja las paredes con textura irregular- la recuperación de tejas de más de treinta años para la cubierta y ebanistería realizada por carpinteros locales. En el interior reina la misma calma que rodea el edificio a través del color blanco, la luz natural y un interiorismo sobrio que dota a los espacios de una atmósfera casi monástica.